El avance incesante de la IA, el aprendizaje automático (ML), las criptomonedas y computación en la nube La creciente demanda de energía está transformando drásticamente los centros de datos. Al necesitar dar soporte a una amplia gama de servicios, desde la transmisión de video de alta resolución hasta el procesamiento complejo de datos impulsado por IA que requiere una gran potencia computacional, los centros de datos se están convirtiendo rápidamente en uno de los mayores consumidores de recursos energéticos globales. La Agencia Internacional de Energía ha proyectado que, si las tendencias actuales continúan, estos centros de datos podrían consumir más de 1000 teravatios-hora para 2026, un marcado aumento respecto de los 460 teravatios-hora registrados en 2022.
A medida que los centros de datos continúan creciendo y adaptándose para mantenerse al día con las demandas de procesamiento, se enfrentan a desafíos importantes. En una era de procesamiento de datos sin precedentes, las estrategias de distribución de energía están evolucionando para garantizar la eficiencia energética, la reducción de la generación de calor, la utilización optimizada del espacio y la gestión eficaz de los costos.
Tradicionalmente, centros de datos Los procesadores Intel® H100 AI se diseñaron para manejar una fuente de alimentación de 30 a 40 kW por gabinete. Sin embargo, la llegada de CPU y GPU de alta potencia, como el acelerador de IA H100 de Nvidia, que contiene 80 mil millones de transistores y tiene una potencia de diseño térmico (TDP) de 700 W, exige una reevaluación de este estándar. Estos componentes, que se caracterizan por su considerable potencia de diseño térmico (TDP), superan los límites de lo que los sistemas de refrigeración y energía convencionales pueden gestionar. A medida que la potencia de procesamiento siga aumentando, los requisitos de energía para un solo gabinete superarán los 200 kW.