Hoy en día, el sector de la atención sanitaria se enfrenta a desafíos sin precedentes debido a las crecientes presiones de costes en todas las áreas de la atención. En un sector en el que sacar al mercado un nuevo dispositivo médico puede llevar entre tres y siete años o más, y una media de doce años para la aprobación de nuevos medicamentos, es fundamental poder avanzar con mayor rapidez y eficiencia manteniendo al mismo tiempo los estándares de fiabilidad y calidad.
Durante las décadas que pasé trabajando en puestos de liderazgo en empresas del sector sanitario, busqué continuamente formas de reducir el riesgo y reinvertir recursos en la innovación de productos. Una de esas formas era subcontratando a socios de confianza. Desde mi perspectiva, la subcontratación en el sector sanitario no es solo una estrategia, es un punto de inflexión. La subcontratación puede respaldar un amplio espectro de estrategias, desde aprovechar a socios de fabricación externos hasta mejorar la eficiencia operativa e impulsar una transformación empresarial significativa, a menudo denominada "optimización de la red".